Poema para la periodista Helena Uran Bidegain en agradecimiento por su libro "Mi Vida Y El Palacio".
Como una vida a contracorriente, sacudida temprano por el vacío de una cascada que te lanzó a río revuelto. Antorcha bañada por la injusticia feroz en su irónico palacio, fuego frágil de solo diez años, pero al fin y al cabo, fuego nunca apagado, origen de tu nombre.
Casi te esfumas de camino al mar, donde todo río, por violento que sea, encuentra su paz. Mar que une todos los mares, todos los ríos, que si el Urola al Cantábrico o el Elba al del Norte. Mar que incluso limpia el asco que trae el río Bogotá. Agua que fluye por todas partes, origen también del nombre que a él te une, Ura en Euskera.
Gritaste por tus ojos frente a la infamia izada en bandera, salada como el mar de una lágrima, cual fuego volcánico contrapuesto al agua. Ardiste por dentro para disipar el olvido, diluyendo el odio, transmutando el miedo. Iluminaste con amor la causa radiante de quien siempre sostuvo tu mano, derretiste la tinta que plasma verdad, digna verdad. Potente fuego nunca apagado, así te llamas.
Agua camino a la cima, como tu historia que asciende a la nube y desde la altura de tu padre, hace llover paz. Con el fuego que escribes, haces llover paz. La verdad es una llama de nunca apagar.
Tony Varela
Bravamar, Junio 26 de 2022