Más allá de narrarte una probable utopía, quiero inspirarte a pensar en grande y ser consciente de las posibilidades que siempre tendremos de, con una decisión oportuna, cambiar paso a paso la historia y nuestro legado.
Aquí voy:
Le contaba mi nieta a sus hijos que en el año 2022 la historia de Colombia cambió. Que la sociedad de aquellos días, en su mayoría, reclamó con fervor la unión. Qué ante el abismo en plena hecatombe, la humildad de sus buenos líderes floreció.
Luis Gilberto no quiso cuatro años más de vilo para su Chocó, a Sergio le habló al oído y lo animó. Citaron a Francia en Nuquí y ella con Gustavo allá se presentó, cantaban jorobadas las ballenas llenas de ilusión. Alejandro a Juan Manuel convenció, y el grito liberal, liberal de verdad, desde lo alto retumbó. Al Pacífico llegaron ambos, la pasión del rojo legado, llegó tatuada al acto. Rodolfo reclamó que cual era la rosca y acto seguido allá apareció, a todos los jóvenes abrazó. Camilo también vino, cargado de paz y tranquilo, madre su ángel guió su camino.
Nuquí albergó a todos y fue epicentro de esperanza, de la verdadera que todos anhelaban. Francia tomó la batuta y a los egos puso en cintura. Francia, pero la del Cauca, no la de Francia que la esperanza ataca. La historia a todos reunió y sus corazones tocó. Consensuaron y un gran acuerdo lograron, llenaron de esperanza a un pueblo, que dejó de señalar al otro y se tornó fraterno. Afloró la confianza, llovió entusiasmo y el aire se limpió de miedo. Había claridad, brilló el sentido común, todos cedieron y lo hicieron a tiempo… En segunda, pero a tiempo.
Y resulta que ganaron sobrados, lograron lo siempre soñado, por lo que a muchos habían antes matado. Pasaron años y el país renació en su encanto, cada uno puso su grano. Sergio revolucionó la educación, Francia contagió al mundo entero y el planeta lo agradeció. Camilo impulsó el campo, la tierra bien distribuida, produjo suficiente alimento y digno trabajo. Luis Gilberto se encargó de las minas y la energía, puso primero al medio ambiente y a la comunidad, y propició con éxito la transición a emisión mínima. Alejandro con precisión y tacto preparo la economía para el necesario salto, y se esfumó el miedo al cambio. Rodolfo le puso perrenque a la industria y al comercio, y la empresa de todo tamaño se vino en ascenso. Katherine renovó el congreso, inspiró al servicio público, la corrupción se vino en fuerte descenso.
Naranjo civil llegó a la defensa y restauró el honor de las fuerzas, generales abrazaron indígenas y volvió la confianza al campo. Y así, cada uno en lo suyo, liderados por Gustavo, que bien aconsejado al trabajo en equipo había apostado. Y luego Sergio, Francia, Daniel, Katherine y Luis Gilberto, todos ellos también presidieron, a nuevas generaciones inspiraron, nuevos nombres siguieron. Y cuando quienes pensaban diferente ganaban, ya no eran cruzadas de mafias, sino propuesta coherente y también progreso. Galán logró su cruzada, años después, la droga en el mundo ya se legalizaba, estaba mejor controlada. Ya no financiaba las armas, y en Colombia el cannabis muchas vidas salvaba. Luis Carlos en el cielo de orgullo y valor regocijaba. Iván, que siempre a la verdad apostaba, con Humberto a todos sentó en la mesa y la paz colmó las almas reconciliadas. Manuel también en el cielo regocijaba. Por cierto, Álvaro Uribe reflexionó, y por la paz, verdad y perdón también optó. Angela María activó la autopista femenina, y el país vivió olas de empatía, justicia y armonía. Ingrid reflexionó y como buena embajadora desde Paris ayudó.
Y así, en 2022, atendieron el llamado de la historia… Y la historia cambió. Y mis bisnietos escucharon atentos, valoraron y fueron conscientes del legado.
Tony Varela, Sierra Nevada de Santa Marta. Mayo 08 de 2022.
QUIERO QUE HALLA IGUALDAD
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QUIERO QUE HALLA CAMBIO