Verte fue tenaz desde el primer momento, susto que me dejaba la intuición confirmada. Sentí conocerte de anteriores veces, del anhelo profundo y misteriosa corriente, potente, disuasiva de cualquier esquive pretendido, vehemente. No sabía que era amor, del vasto y demoledor, ineludible. Hoy mientras te escribo me estremece, me sobrecoge y sorprende… Vehemente amor. Puesto…