El Arte de estar contigo

| Deporte como camino de meditación

Escucha la versión audio leída por mi aquí:
-
6:45 am, martes 16 de septiembre, te escribo desde mi balcón. El sol apenas empieza a levantar, nubes con vetas naranja en el cielo. Canto de pájaros y algunos patos abajo en el lago, mi escenario favorito. Debería fluir, aquí voy.

Antes de sentarme a escribir suelo tener ya el tema elegido. Durante la semana voy pensando en cuál podría ser, si alguno de la lista que voy alimentando cuando me surgen ideas, o uno nuevo que me resuene en el momento. También tengo algunos que me han pedido ustedes mis lectores, ya vendrán también esos. Pero esta vez me siento aquí sin un tema en específico, solo con ganas de compartirles lo que haré desde mañana y traducirlo en reflexión. Las fechas son inamovibles y se acerca una muy especial para mi.

Este sábado 20 de Septiembre se cumplen 10 años del fallecimiento de mi hermano menor. Me resulta increíble que haya pasado ya tanto tiempo, pero el tiempo pasa - siempre, en todo momento. Mi madre nos citó para ese día en Múnich, sur de Alemania. Allí vivió Alex sus últimos años - tenía tan solo 27 años cuando su cuerpo suspiró por última vez. Queremos pasar el día juntos en familia, compartir y regalarnos presencia. Esa es tal vez la mayor reflexión desde hace 10 años… “tiempo para el otro, con atención y conexión” - es también un poema que escribió mi madre (traducido del alemán) y que incluso se convirtió en nuestra canción. Y si… hoy está allí la persona que amas, mañana nunca sabes. 

Decidí irme a Múnich en bicicleta. Vivo al norte de Milán así que cruzaré los Alpes vía Suiza y Austria para llegar allí. Parto mañana temprano, serán tres días de movimiento y meditación, en medio de una naturaleza hermosa en mi ecosistema favorito, la montaña. Decidí hacerlo así por dos motivos, y aquí quiero intentar el puente hacia el valor y la herramienta que quiero compartirte.

El primero es mi deseo de llegar al 20 de septiembre con alto grado de silencio y paz en mi mente, para poder estar ese día con el corazón… Desde allí generamos la mayor conexión. Salir a caminar, a correr o a montar en bicicleta son para mi espacios de meditación por excelencia. ¿Y qué es meditar? Pues, más que nada, lo veo sencillamente como la habilidad de observar tus pensamientos y dirigirlos. Sé que allí sobre la bicicleta, 3 días, brotarán muchos pensamientos. Unos serán involuntarios y reflejarán mucho de lo que me preocupa, lo que proyecto, resiento o resisto. Otros vienen de temas que intencionalmente me llevo en el bolsillo para reflexionar. Algo puntual es por ejemplo recordar la vida de mi hermano, memorias hermosas en familia que quiero agradecer. Otra que también me llevaré: honrar estos últimos 10 años con todo lo que he vivido, porque mi vida cambió por completo y mucho fue sembrado aquel 20 de septiembre. 


Pero el énfasis que quiero hacer está en el carácter meditativo de estos deportes.  Habrás escuchado decir a algún amigo que el deporte es su terapia, correr o montar bicicleta suelen recibir mucho ese atributo. Y si, pueden serlo. 

Me gusta distinguir entre los deportes cuando quiero resaltar lo que hacen con la mente. Están los juegos que atrapan tu total atención, pongo de ejemplo el Volleyball porque lo practiqué por años. Además de divertido, estás allí focalizado 100% (modo tigre cómo decía mi entrenador y le digo hoy a mis hijas). El hecho de estar 100% presente, atento a ganarte el punto, hace maravillas en tu cerebro, genera mucho bienestar. Con el tenis sentí lo mismo, vaya que divierte. De estos que te atrapan 100% en el presente también disfruto el trail running (correr por senderos), te obliga a concentrarte en donde exactamente y cómo vas a pisar. Igual lo sentía con la escalada y el montañismo, el riesgo de un movimiento en falso te pone en el famoso “aquí y ahora”. 


Y Luego están estos deportes “de resistencia” - que en la reflexión hacia la que me dirijo, deseo comprendas porque me gusta llamarlos también “deportes de resiliencia”. No es que los otros deportes no requieran también de resistencia, pero ya sabes… Hablo de correr, ciclismo, triatlón… deportes dónde estás contigo hasta que la distancia acabe. De niño mi madre insistía en la natación, honestamente no lo disfrutaba mucho. Me sorprendía pensando en cualquier cosa. Mi cuerpo nadaba, mi mente solía divagar y solo de vez en cuando nadaba también. Hoy de adulto y luego de que la enfermedad de mi hermano me acercara nuevamente a estos, abrazo estos deportes de resistencia. Básicamente porque pueden ser el escenario perfecto para que tu mente divague y entrenes también ese “darte cuenta”. 


Quieres tener esa habilidad bien desarrollada…. Porque tu cuerpo responde a lo que piensas, y si no eres hábil eligiendo qué pensar, es más fácil enfermar. Como le digo también a mis clientes: 

|| Mente sana en cuerpo sano - Y viceversa (suelo añadir con cierta vehemencia - te invito a reflexionar a fondo este tandem). 


Además, hoy que pagamos con nuestra atención más que con dinero, necesitamos más que nunca esta destreza. ¿Ya ves? Deportes de Resiliencia. Si quieres un escudo al modo zombie apresurado tan latente en la vida moderna, prueba mi escenario favorito, sal a caminar, a correr o a rodar. Lo que te guste, pero incluye en tu calendario el deporte solo contigo.

No digo que debas practicarlos siempre solo o sola ni mucho menos, que bonito que es pertenecer a un grupo de corredores o ciclistas y compartir. Qué bonitos que son los juegos o el deporte en equipo. Pero el escenario de moverte y estar contigo es bendito. Silencia lo externo y sólo obsérvate, escucha tu diálogo interno. Créeme, saltarán muchos pensamientos, muchas ideas, muchas soluciones, podrás escuchar aquello que pide ser ajustado o cambiado, atendido, soltado, perdonado. Estarás siendo muy eficiente con tu tiempo, dos pájaros de un tiro reza un dicho.  Tantas veces escucho el argumento de no alcanzar a entrenar, meditar o respirar,  porque la agenda estuvo apretada. Pues bien, te propongo un 3 en 1. 

No le huyas a ese espacio… Lo digo de esta manera porque escucho entre amigos y clientes, que no les place por ejemplo correr solos, y si acaso, lo harían con música para no aburrirse o que no se les haga eterno. Mi invitación es a que pruebes ir sin nada, y que si sientes incomodidad y aburrimiento, aprendas a tolerarlo para luego aprovecharlo. 


Prueba ambos modos como lo haré yo estos 3 días. Permito que surjan pensamientos, observo y dirijo. Pero también me llevo algunos en el bolsillo para generar reflexión de manera intencionada. Y si puedes hacer todo esto en un entorno natural, aún más poderoso. También sobre eso hay mucha ciencia de respaldo.

El segundo motivo (casi me pierdo en el primero y lo olvido) es simple y lo resumo en su natural contundencia. No te la pases guardando los sueños para más adelante, mi hermano era un jóven entusiasta y brillante, lleno de sueños.

Así que me voy a cumplir uno, a cruzar los Alpes en bicicleta. A estar conmigo y la maravillosa naturaleza. A nutrirme del silencio… En movimiento. A generar calma para sentir mi corazón, más que sus latidos, mi intuición.

Con mi hermano en el Oktoberfest de Múnich

Deseo que puedas comprender mi amor por estos deportes y contagiarte un poco de esta perspectiva. Compártela con amigos y conocidos si te pasa igual que a mí y quieres contagiar a otros, generar curiosidad, comprensión.  Te invito también a leer cómo fué que un 20 de septiembre cambió mi vida por completo y hoy en día ejerzo como Coach, tiene todo que ver. En mi página, en la sección >> Mi historia << hablo un poco de esto.

Me gustaría leerte también: ¿qué de lo que compartí hoy resuena contigo?, ¿qué reflexiones o preguntas nacen en ti? Tal vez incluso quieras proponer un tema para próximas cartas. Yo escribo desde mi experiencia, pero lo que tú compartas también alimenta este espacio.

Gracias por leerme.
Coach Tony

Exponential Health Coach (IQUIM) | Endurance Coach | Life Coach

Siguiente
Siguiente

Estrés, ven a mí