Lo importante en la vida es…

| ¿Me ayudas a poner tu el tagline?

Escucha la versión audio leída por mi aquí:

Hoy te escribo desde un balcón mirando al mar mediterráneo, huimos del mal clima que azotaba el piedemonte alpino donde vivimos. Vengo de correr un poco y caminar por la playa temprano, caldo de inspiración y creatividad normalmente para mí. Así que aquí voy.

Volví de Munich con una frase en el corazón, una frase de estas que en su sencillez retumban e impactan, te desarman y hacen sentir un tanto estúpido añadiendo complejidad a la vida. Ya te diré cuál es. Antes, decirte que en la frase misma está la razón por la cual recién hoy sábado y no antes, escribo y comparto esta carta. Hubo cosas importantes, sencillo.

En la carta #8 te conté que atravesaría los Alpes para atender una cita familiar importante. Nos reunimos para conmemorar a mi hermano en el décimo aniversario de su fallecimiento. Y sí, hay un vacío enorme en nuestros corazones, pienso que permanecerá… es humano. Pero el pasado 20 de septiembre en Múnich fue un compartir hermoso, lleno de mucha vida, literal… Eran tantos los niños pequeños, hijos de los amigos de mi hermano que llegaron también al Parque Olímpico. El sol estaba radiante, un árbol gigante solo para nosotros (reserva divina) nos regalaba sombra, el pasto un tapete verde. Fue muy bonito recordar, sentir la huella que dejó mi hermano en la vida de tantas personas. Creo que había un sentir colectivo en medio de esa alegría que compartíamos adultos y chicos, uno tácito que no quieres definir, solo sentir. Tuve ese espacio para darme cuenta que definitivamente…

En la vida… Lo más importante es que lo más importante tiene que ser lo más importante.

Es una frase que le escuché a Victor Küppers en su entusiasmo contagioso, y es el resumen emocional y espiritual que me traje de Munich. Desde allí seremos recordados, desde nuestra capacidad de día a día reconocer y dar espacio a lo más importante… De guardar nuestra mejor energía para ello.

Me traje también la inspiración que dejan esos lugares hermosos con los que la naturaleza me invita a dejar de pensar y solo observar, agradecer, sentir dicha por estar en el momento y lugar. Me traje también la tarea de volver a entrenar más mi cerebro con mindfulness, pude observar cómo pasaba más tiempo del que quisiera hasta darme cuenta que mis pensamientos no estaban allí pedaleando conmigo. También me traje un dolor de rodilla tremendo. Se me dio por cambiar mi ruta en pro de un lago de otro planeta, no hay inclinación ni sterrato que pare a un terco fanático de las montañas. ¡Qué valioso es tener un cuerpo 100% funcional - Dios!

Y luego recapitulo hace un rato y veo que tanto el 20 de septiembre, como en mis últimas citas con clientes… la conversación incluía algún dolor. Están quienes resienten no aguantar el trote de sus hijos, y estamos los que por molestias vemos afectado nuestro deporte. En ambos casos hablamos de funcionalidad. Y este sería mi segundo compartir hoy.

No barajamos ni repartimos las cartas, pero sí el juego que recibiste en tu vida actualmente incluye salud, no basta con usarla (o gastarla). Cuántos conocemos con otras cartas, añorando poder moverse como quisieran. Al cuerpo hay que cuidarlo, de él sale la energía vital para compartirte, hoy y siempre. Tu cuerpo está implícito en la ecuación de lo más importante. Si lo olvidamos me atrevo a decir que no estamos viviendo plenamente. Tu funcionalidad ahora y a futuro depende de lo que haces día a día con tu cuerpo. Es la diferencia entre alzar al aire a tus hijos y luego a tus nietos, o pedir pausa por un dolor lumbar. Es poder corretear a tus hijos hasta que se cansen primero ellos, y a tus nietos… Es poder descubrir y hacer lo que te gusta hoy, pero también en unos años cuando se cumpla la engañosa promesa con la que nos excusamos: el entonces sí tener tiempo.

Y hablo tanto para quienes en cruda franqueza se reconocen sedentarios como para quienes extreman sus deportes creyendo que ya eso es salud. Ni estamos hechos para pasarnos sentados y acostados, ni lo estamos para entrenar como si no hubiera un mañana. Siempre está nuestra funcionalidad actual y futura en apuesta, y el tiempo pasa volando… aún me impacta que haya pasado ya el décimo 20 de septiembre. A quienes se olvidaron de moverse, reflexiona nuevamente sobre tus importantes. Y a quienes entrenan, en especial a los que hacen deportes de resistencia y más aún a quienes entrenan conmigo, cuando dejas las sesiones de movilidad, fortalecimiento y estiramiento sin hacer, estás cortando las patas de tu funcionalidad futura. En especial si solo corres, pero no te creas, también el ciclismo es muy estático. De poco sirve el buen cardio si una rodilla no te deja subir escaleras o la espalda no te deja levantar a los nietos.

Te dejo una rutina sencilla de movilidad aquí, si trabajas conmigo, la debes conocer.

Y hablando de energía para corretear… Les comparto una hermosa noticia, de la canasta de los importantes:

PD1: Seré padre por tercera vez. Me ilusiona volver a los parques, cargar esos kilitos de más en la montaña. En febrero estará con nosotros si Dios quiere, saludable. Estamos en semana 20, en 10 días sabremos si es bebita o bebito.  Por ahora entrena en la panza al ritmo que lo hace su madre. Me encanta verla hacer deporte, con una vida en su vientre. 

PD2: Me encantaría que me ayudes a completar esta carta. ¿Qué frase pondrías tú como subtítulo de “Lo importante en la vida es…”? Respóndeme a este correo con tu propuesta. Será bonito leerlas.

Un abrazo para ti.
Abraza siempre lo importante, defínelo cada mañana.

Coach Tony

Exponential Health Coach (IQUIM) | Endurance Coach | Life Coach
www.tonyvarela.com

El árbol, la sombra y los primeros en llegar. 20 de septiembre.

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