El deporte en nuestros hijos
|| ¿Qué podemos hacer como padres?
Hago un punto y aparte para escribirles de mi experiencia como padre respecto al deporte en mis hijas, es algo que me han pedido. No pensé que fuera a ser un tema cuando empecé con este experimento, pero aquí vamos. Les escribo justo desde el cuarto de ellas en Hamburgo, vine a buscarlas e iremos de vacaciones a Sicilia, una recarga de sol y calor antes del invierno.
Hoy fue un día especial para mi, fui literalmente jalado a entrenar por Simone, mi hija mayor de 12 años. No podía resistirme a esa invitación, siempre había sido yo quien invitaba, por primera vez fue al revés. Estaba muy cansado, había despertado 4am para volar desde Milán, son días de mucho trabajo pre-vacaciones. Yo que cuido tanto mi sueño y energía, no estaba para exigencias físicas, así que solo pedí que fuera un entrenamiento ligero. También Samay, mi hija menor de 9 años, se animó.
Fue muy bonito dejarme guiar, seguirles los ejercicios de técnica, correr e incluso hacer aceleraciones junto a ellas. Me sorprende todo lo que han mejorado, puedo ver la calidad del entrenamiento que tienen. Ellas hacen parte de un programa de talentos aquí en Alemania, Simone en Remo y Atletismo, Samay por su edad aún más general. Sus entrenadores son geniales, es un colegio especial y los horarios están construidos alrededor del deporte. Sospecho que de allí puede venir la petición sobre escribir de este tema… El deporte en nuestros hijos y - ¿Qué podemos hacer como padres? Esa fue una pregunta explícita que recibí.
Solo puedo hablar de mi experiencia, he leído y aprendido mucho sobre ser padres conscientes, pero no quiero pisar el terreno de la psicología infantil. Siento que lo único que he hecho es vivir mi deporte. Mis hijas nacieron y desde siempre, en estos ya doce años, han visto cómo el deporte hace parte de mi vida. Habrán sido pocos los días en donde no haya salido a moverme, a veces solo a caminar, pero intencionalmente. Saben que papá sale a cuidar y usar su cuerpo, que sale a respirar vida… Saben que papá sale a correr así sea un ratito para volver con mejor energía y más amoroso, así tal cual se los he dicho siempre. Como la intuición y el dicho bien dicen, simplemente hablarles desde la acción. Resalto el factor constancia, siento que no lo habrían registrado igual si fuese intermitente. De allí la importancia de encontrar y hacer lo que realmente nos gusta, es fácil de sostener. Se vale probar cosas nuevas, cambiar… Pero que haya movimiento ojalá diario, como cepillarse los dientes, no cuando haya tiempo. Eso respecto a lo que les pedimos desde nuestras acciones, la biología nos pone en el rol de modelo a seguir… se fijan en lo que hacen sus padres, siento que es inevitable.
Luego serán siempre nuestros hijos los que decidan qué les gusta, y somos nosotros quienes debemos cuidar que no lo hagan por agradar a papá y mamá, o a otros. Esa tendencia es también natural. Si algo haría diferente devolviendo el tiempo, sería esquivar ese bien llamado narcisismo compensatorio de gritar a cuatro vientos cada pequeño logro de ellas. Siento que alcancé a instalar en Simone algo de esa lógica de enorgullecer a papá como motivación importante, hoy en cada felicitación y conversación trato de ir desarmándola. Siento que es algo que puede nublar su propia intuición a la hora de quedarse con lo que realmente le gusta. Claro que estoy orgulloso, pero sobre todo les digo que me hace feliz sentir que hacen algo que les gusta. Cuando hacen lo que les gusta se convierten en cohetes, lo puedo ver en mi sobrino Álex con su fútbol. Mi hermano Andy es el entrenador honorario del equipo, quéhermosa relación.
Mis hijas han probado de todo y que sigan probando… Hoy están con Atletismo, Remo y Acrobacia. Vinieron con genes para explotar los deportes de resistencia, a Simone ya le hicieron las respectivas pruebas. Pero siempre les digo que lo más importante es que lo que hagan realmente les guste. Eso no quiere decir que todos los días las ganas de entrenar están por el cielo, habrá días en donde 5-4-3-2-1 y “Just do it”... La motivación sigue a la acción. Me he encargado de que lo experimenten y sientan, y cuando luego ya las veo fluir a pesar de que tenían cero ganas de empezar, les guiño el ojo con una frase. Que a veces les cueste aceptar que papá tenía razón es normal, pero reciben el mensaje. La disciplina hace libre, el cuerpo está hecho para ahorrar esfuerzos, hay que decirle “esto es lo que quiero” - con acciones, y te acompañará. Y si no es así, puede ser el corazón diciendo “esto de verdad no me gusta”. Así pasó con el Kung Fu para ellas, después de 3 años.
Siempre les he dicho que se valen 4 de 5, es mi forma de hablarles del principio 80/20, no les hablo de perfección. Les he dicho también que el cuerpo habla y que hay que saber escucharlo. A veces simplemente estamos muy cansados, a veces nos agarra una gripe… hay que saber descansar. Les digo que el maestro no se hace de la repetición, sino de la repetición seguida del buen descanso. Me encanta que es algo que sus entrenadores, promotores del deporte élite en Alemania, les dicen también. Igual con la alimentación, la semana pasada Simone me contaba todo lo que le enseñaron en nutrición deportiva.
Hoy no tengo que hacer mucho, sigo haciendo lo único que siempre hice bien… vivir mi deporte. A mis clientes a veces les digo que hablemos de MOVIMIENTO, siento que muchos se exigen ser DEPORTISTAS y fallan antes de intentarlo. Primero, nunca es tarde para empezar. Segundo, se trata de moverse porque para eso estamos hechos, con el tiempo tal vez se empiece a sentir como deporte. Y sí… también está el arte… A mis hijas también les encanta y lo practican. Pero en mi opinión, no puede ser lo uno o lo otro, como decía arriba: estamos hechos para movernos. Incluso la creatividad se beneficia de ello.
Mi hijo Mateo corrió hace poco su primera carrera oficial, amortiguado por líquido amniótico. Lo menciono porque a lo mejor desde que estamos en la panza ya conectamos con lo que hace nuestra madre. La mía me llevaba a entrenar atletismo, casi hasta el día que nací.
Dar gracias por la salud que tenemos, haciendo uso de ella. A mis hijas también les hablo de aquellos niños que encarnan una misión especial, la de habitar un desafío físico o mental, para aprender o enseñar. Y sí… saliendo un poco del tema, mis hijas saben que son un alma y que me escogieron a mí y a mamá para llegar. Y tal vez, solo tal vez, ya el deporte les llamó la atención cuando lo hicieron, aunque no lo recuerden.
Gracias por tu atención. Leeré esta carta a mis hijas antes de compartirla.
Hasta la próxima.
Coach Tony
Exponential Health Coach (IQUIM) | Endurance Coach | Life Coach
www.tonyvarela.com