Danzar con la incomodidad

Después de Cruzar la meta, con mis hijas.

| Sobre la determinación y hacer equipo con tu cuerpo

Escucha la versión audio leída por mi
aquí:
-
Hoy vuelvo a escribirte desde el chiringuito cerca de mi casa, el día está soleado y la vista es hermosa. Ha llovido mucho en días recientes, así que el aire está limpio y los colores los veo más intensos. Es miércoles, son las 10:45 am hora local en Italia.

Quiero escribirte sobre lo que el deporte hace con nosotros, especialmente con nuestra mente. En especial quiero hablar de los deportes de resistencia pues es lo que yo mismo practico. Está claro que estos deportes, practicados de forma correcta y cuidando de nuestro cuerpo, son multiplicadores de salud. Pero más allá de lo que pasa con nuestro cuerpo, considero que son un escenario perfecto para el autoconocimiento y la superación. Tanto entrenarse como competir, sea una maratón, una triatlón o un gran fondo… siempre será una danza con tu mente. Entre rendirte o no, entre confiar o no, la diferencia siempre está en aquello que estabas pensando justo antes. En esos momentos el cuerpo responde a lo que te dices. 

Las capacidades que adquieres cuando una y otra vez gestionas lo que piensas y encuentras la estrategia para seguir, son sencillamente brutales. Escuchaba hace unos días a un gran mentor dirigirse al empresariado y decir “quieres contratar a un atleta de resistencia”. Y sí, más allá de estudios sobre esto, es bastante plausible que una persona que aprende a danzar con la incomodidad y sostiene la disciplina y estrategia para seguir, es esa persona resiliente que quieres contratar, que se ajusta al mundo veloz y cambiante en el que vivimos. Tal cual.

El pasado sábado tuve la fortuna de cruzar nuevamente una meta. Participé de un triatlón de la serie T100: 2 km nadando, 80 km de ciclismo y 18 km corriendo para un total de “T100” kilómetros. Llegué al evento con una tranquilidad profunda, a pesar de no haberme preparado como en un principio lo había planeado. La vida me ha regalado algunas sorpresas y estas han demandado ajustes. Una gripe la semana previa a la carrera y, sobre todo, una etapa de búsqueda personal con su carga emocional pusieron la cereza en el cocktail. Pero en mi interior tomé la decisión de ir a por ese triatlón y con la bendición de mi cuerpo, danzar con la incomodidad y demostrarme una vez más que mi convicción es fuerte. Le decía a un buen amigo y cliente que estuvo muy pendiente, que cruzar esa meta fue muy liberador. 


Nadando llegué a sentirme cruzando el Atlántico (risas…) - ya sé que la metáfora puede sonar exagerada, pero realmente el mar estaba peligroso y en un momento tuve que calmarme para seguir a la siguiente boya, o al espejísmo de ella. Aprovecho y como coach quiero expresar también aquí mi profunda admiración por quienes aprenden a nadar de adultos para hacer triatlón, acto seguido se lanzan en aguas abiertas. Cuántos temores vencidos allí, mi total respeto. Casi no logro ponerme las zapatillas de ciclismo, así de fuertes eran los calambres. Luego sobre la bicicleta la espalda baja me estaba matando, el mar realmente me había sacudido (y necesito entrenar más mi core). Ya corriendo, un fuerte dolor en la ingle derecha me atacaba. Afiné la conversación con mi cuerpo y llegamos a un compromiso para no detenernos. Hoy, 4 días después, sé que estuvo bien, mi ingle está bien. Cada escenario fue justamente lo que quería… Mientras los transitaba pude observar y mandar sobre mis pensamientos, allí estaba presente la determinación. Lejos de cuestionarme, atravesaba el dolor con la certeza de poder soportarlo y adaptarme. Incluso pude reirme (con cariño) un poco de mi, de como a veces, un día cualquiera, la duda me paraliza. Hace falta la determinación que tuve antes de empezar este triatlón en tantas otras situaciones de mi vida, pensaba. Y si, justo por eso quise hacerlo, justo por eso amo los deportes de resistencia. Esa danza de resistir la incomodidad que me hace más fuerte, que me regala confianza. Ya había danzado muchas veces así, cuantas carreras y medallas en mi cuerpo. Esta vez el triatlón sería un empujón a mi mismo. 

La capacidad de resistir los deportes de resistencia (hermosa redundancia) atraviesa tu vida, te llena de confianza. Y esa confianza te regala paz y tranquilidad. Y desde esa tranquilidad te puedes exponer a todo lo que haga falta, vivirlo intensamente y aceptar la incertidumbre como la norma que es. Esta es la belleza de estos deportes, y es una belleza absolutamente transferible a cualquier aspecto de nuestra existencia. La danza intencional con la incomodidad que nos permite descubrirnos una y otra vez y crecer. En cuerpo y mente, en dominio. No me distraigo para evitar lo que no me gusta. No interpongo excusas ni abrazo lo cotidiano o el deber ser - prefiero nadar las aguas abiertas y perderme un rato, re-orientar cuando haga falta y luego subirme a una bicicleta y pedalear. Puedo ir rápido, puedo ir lento, pero el equilibrio llega con el movimiento. Y luego, otro cambio más, salgo a correr para recordar que todo es un paso a la vez… y que las metas se cruzan, se disfrutan y se dejan atrás. La belleza en todas sus tonalidades  siempre estará en el camino.


¿Y tú? ¿Qué belleza ves en los deportes de resistencia? Y aún si no son lo tuyo - te resuenan las ideas que propongo? Me encantaría leerte.
 

PD1: Estaré compartiendo esta semana dos audios que diseñe exclusivamente para visualizar dos carreras que tendrán lugar el próximo Domingo, el Ironman 5150 Cartagena y La Maratón de las Flores de Medellín. Entrena tu mente con ellas, recuerda que quieres ensayar las decisiones que vas a tomar allá afuera. También compártelas con tus conocidos, invítalos a suscribirse a estas cartas.

PD2: Un lector me preguntaba sobre cómo hacía yo para manejar la ansiedad cuando me toca parar de entrenar. Lo planteaba en relación con una carrera próxima, la pérdida de forma o ver que amigos avanzan más rápido… Sé que esa situación mal gestionada puede ser inquietante. Aquí mi respuesta:

Recuerda primero que puedes hacer estos deportes gracias a que tu cuerpo sano te lo permite. Es importante hacer conciencia de esto y sentir gratitud por ello, la enfermedad viene a ser también un recordatorio de que así es. Me gusta hablar de “hacer equipo con tu cuerpo” - es diferente a exigirle a tu cuerpo que haga el deporte que quieres cuando quieres. La ansiedad es más fuerte cuando estamos alejados y desconectados de nuestro cuerpo, así que lo primero sería eso. Aprovecha tu deporte para relacionarte mejor con tu cuerpo, para conocer cómo funcionan juntos. Luego siempre vale la pena actualizar y cuestionar las propias motivaciones. Siempre recomiendo que la motivación de base sea intrínseca, debe venir de tus adentros, apuntar hacia la propia superación, el autoconocimiento y búsqueda de tu mejor versión. Cuando esa base no está sólida y/o las motivaciones externas mandan la parada, damos más poder a la ansiedad y el resentimiento cuando la vida nos saca de planes. De todas maneras, sentirse ansioso o frustrado no tiene nada de malo, solo no permitas que esas emociones tomen el control. Trabaja con tu cuerpo, respira profundamente por 1-2 minutos y desde esa señal de calma, haz equipo con tu cuerpo, háblale desde la paciencia, acepta y respeta su sabiduría, sus tiempos. Reconecta con tus motivaciones y si es necesario revísalas y ajústalas. A veces nuestro cuerpo solo nos recuerda que nuestras motivaciones y acciones no están alineadas, o no son sostenibles. También ten presente que el estiramiento, la movilidad y la respiración también hacen parte del entrenamiento y son cosas que por lo general puedes sostener incluso con malestar. Entrena también tu mente, medita, visualiza. Por último, agradece las pequeñas cosas en tu vida. Agradece la vida y capacidad de recuperación que habita en tu cuerpo. Y respecto a comparar tu proceso con el de otros… Ensaya alegrarte por los demás, por sus avances. De manera genuina instala esa intención y siéntela. En últimas eso refleja cuánto te valoras a tí mismo. No dependes de ningún logro para ser valioso. También eso te enseña los deportes y sus metas. 

Un abrazo y gracias por leerme,
Coach Tony

Exponential Health Coach (IQUIM) | Endurance Coach | Life Coach

Siguiente
Siguiente

Visualizar para ejecutar mejor